Desde este espacio queremos expresar nuestro dolor y repudio a la muerte del militante político y social Mariano Ferreyra, quien fue atacado por una patota sindical en el barrio de Barracas mientras se expresaba sobre los despidos de los compañeros ferroviarios tercerizados. Una vez más, la burocracia sindical se hace presente para dirimir las diferencias mediante la violencia y la intolerancia. El avance de la democratización sindical afecta a estos grupos enquistados en el movimiento obrero que en forma perenne se mantienen con apoyo político y, muchas veces, policial.
Martín Scalabrini Ortiz
El giro a la izquierda llegó a México
Hace 6 años
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