En estos días han comenzado a circular en distintos medios locales, sobre todo aquellos que han asumido una posición de crítica frente a la medida de expropiación de parte de YPF por parte del Gobierno Nacional, distintos artículos provenientes, sobre todo, del diario El País de España. Este medio se ha convertido en lectura casi obligatoria para conocer la posición del Gobierno español y la propia empresa en referencia a la medida del último lunes 16 de abril.
Uno de esos artículos es el denominado "Repsol, ¿fiera depredadora?", aparecido el último 19 de abril, cuyo autor es el periodista Xavier Vidal-Folch. Allí se cuestiona la imputación de vaciamiento, principal argumento para la expropiación, que desde distintos sectores han demostrado veraz. El artículo realiza un análisis sobre siete puntos que han contribuido al vaciado, mostrando datos incompletos, falaces y sesgados.
1) Aumento inversiones: La nota afirma que las inversiones de Repsol aumentaron considerablemente desde 1999 hasta 2011, totalizando desde el 2006 U$S 12.618 millones. Estos números absolutos pueden llamar la atención. Sin embargo, la lógica de Repsol indica que YPF recibió un 27% del total de inversiones de Repsol a nivel global, habiendo generado ganancias por el 47% del total (siendo el ingreso por ventas el 17% del total global). España recibió el 37% del total de inversiones (generó ganancias por el 32%) y el resto de América Latina 28%. Se observa entonces que la mayor rentabilidad sobre ventas fue generada en Argentina y que, mientras los mayores beneficios se obtenían en nuestro país, las inversiones eran realizadas en escasa magnitud en nuestro territorio. Es decir, un drenaje constante de utilidades hacia otros mercados.
Por otro lado, el porcentaje de inversión en exploración entre los años 2008 y 2011 sobre ingresos fue entre un 2 y un 3,5%. Un valor no tan bajo como Trinidad & Tobago, donde Repsol aplica la misma política, pero sí comparado con Europa, con porcentajes de entre 56% y 350%, resto de Sudamérica, entre 11% y 38%, Norteamérica, entre 17% y 260%, e incluso África, entre 8% y 30%.
2) Cae la producción, pero la de todos: El artículo afirma que si bien la producción de YPF cayó en los últimos años también cayeron las de las demás empresas, con Chevron y Enap a la cabeza en petróleo. Sin embargo, hay que tener en cuenta, primero, que YPF tiene un cierto peso en la producción de petróleo (34%) y gas (23%), con lo cual el promedio de producción está bastante influido por la produccion de YPF. Es decir, el porcentaje de variación de YPF influye en el promedio del total producido. Por otra parte, este dato no hace más que confirmar el fracaso de las políticas desregulatorias y privatistas de la década del 90 que rigen en todo el mercado de hidrocarburos. Es por ello, que es importante avanzar sobre las demás áreas de explotación de gas y petróleo en manos de las empresas privadas y extranjeras.
3) Más reservas: La nota afirma que las reservas de YPF han aumentado. Sinceramente, hay que decir que este dato es un dibujo. Totalmente falaz. Las reservas, presentadas a declaración jurada por parte de la misma empresa a la Secretaría de Energía, indican una caída del 50% para el petróleo entre el año 2001 y 2011 y del 56% para el gas en el mismo período. El total de reservas de gas del país pasó de 777 mil millones de m3 en 2000 a 331 mil millones en 2010 (caída del 57%) y las de petróleo pasaron de 472 millones de barriles en 2000 a 334 millones en 2010 con una caída del 30%.
4) Dividendos. Reconoce la magnitud de los dividendos, pero indica que la rentabilidad no fue espectacular (entre un 7% y un 8%). No se sabe sobre qué valor está calculada la rentabilidad. Si es sobre ventas, sobre patrimonio neto, sobre qué. Y si es la rentabilidad de Repsol o de YPF en Argentina. Pero parece otro dibujo. La rentabilidad sobre ventas del segmento "explotación y exploración" fue del 36% entre 2002-2010 y en el segmento "refinación" fue de 7,2%. Si se calcula sobre el patrimonio neto, es decir el capital de la empresa, los números son mucho mayores.
5) Tecnología última. La nota dice que se generó transferencia de tecnología con la exploración de recursos no convencionales en Vaca Muerta afirmando que se utilizaron técnicas de perforación vertical. No es cierto. Los mismos Estado Contables del 2011 indican que se hicieron 15 pozos verticales en esta zona. Habla de reservas por 43 años con un consumo equivalente al de España, confundiendo reservas con recursos, ya que aún no están certificadas como tal.
6) Directivos locales. Afirma que YPF tiene una plantilla de 16.048 empleados al 2011 y que sólo 50 son españoles. Lo cual es lógico, ya que son puestos directivos. Esto no implica que los locales no estén alineados con la política de la casa matriz, como bien puede verse en el comportamiento de Sebastián Eskenazi.
7) El mayor contribuyente. El autor afirma que YPF es el mayor contribuyente a la "Hacienda argentina", habiendo pagado unos 19.000 millones de dólares en los últimos cuatro años. Esto no es una característica a destacar por sobre el resto de las empresas, ya que YPF es una de las mayores empresas del país, por lo tanto, es lógico que sea la que genere mayores aportes impositivos. La sorpresa sería que no lo hubiera sido, lo cual hubiera significado evasión de impuestos.
La refutación de las afirmaciones de este artículo es sólo un ejercicio de lo que deberíamos llevar adelante para desactivar las argumentaciones que van en contra de una expropiación justa y soberana. A partir de aquí, nos debemos la discusión verdadera de la forma de obtener soberanía energética para el desarrollo de nuestro país.
Martín Scalabrini Ortiz
Fuentes:
- Repsol ¿fiera predadora?, El país, 19/04/12. http://economia.elpais.com/economia/2012/04/19/actualidad/1334866545_078502.html
- Andrés Asiain y Agustín Crivelli, La explotación de hidrocarburos en Argentina. Estudio de caso: YPF S.A., IIHES-CONICET, Febrero 2012.
- Mariano Barrera, Subexploración y sobreexplotación: la lógica de acumulación del sector hidrocarburífero en Argentina, Revista Apuntes para el cambio, Nro.2, marzo/abril 2012.
El giro a la izquierda llegó a México
Hace 6 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario